Viaje por Portugal

 Hola a todos! Otro de los viajes que tenía pendiente de contaros era el que hicimos por Portugal en concreto por Lisboa y la zona de Setúbal el pasado verano. Lisboa ya lo conocíamos, aunque hacía un montón de tiempo que no íbamos, pero teníamos ganas de conocer más zonas del país vecino, que nunca defrauda!

Nuestro hotel era el Novotel Setúbal, situado a la entrada de la ciudad, junto a un centro comercial, desde el que nos movíamos al centro y por los alrededores. Llegamos un miércoles por la tarde y lo primero que hicimos fue irnos a conocer el centro de la ciudad y su casco histórico y cenar algo en una terraza.

 





El jueves nuestra intención era ir a la península de Troia y disfrutar de sus playas. Para ello desde el puerto de Setúbal cogimos un ferri que atraviesa todo el estuario del Sado y te deja en la marina de Troia, un lugar con numerosas urbanizaciones y kilométricas playas de arena blanca. El lugar es conocido como el Caribe portugués. 


Vista de Setúbal desde el ferri a Troia


Playa en Troia

Vistas de la costa desde Troia

Ya por la tarde y de vuelta a Setúbal, subimos al Castillo de San Felipe, en lo alto de la ciudad y desde el cual hay unas vistas impresionantes. Dentro del mismo hay una capilla del S.XVII, recubierta de azulejos que es muy recomendable visitar. También hay una cafetería con terraza dónde sentarte y disfrutar de las vistas.





Vistas de Troia desde el Castillo de San Felipe



El tercer día de nuestra estancia, queríamos coger el coche y conocer los alrededores y recorrer la sierra de Arrábida y llegar hasta Sesimbra. El trayecto lo hicimos todo por la montaña, desde dónde se pueden ver las impresionantes playas y calas  que hay por toda la costa, desde varios miradores que hay por todo el recorrido. 




Sesimbra es un pequeño pueblo de pescadores con mucha historia. Coronado por un castillo, desde el que se divisa toda la costa, las calles del casco antiguo frente a las playas, están repletas de tiendas y restaurantes dónde degustar buen pescado y marisco frescos. Estuvimos comiendo en una terraza, donde pudimos degustar buenos productos del mar.












Hay dos playas en el centro de Sesimbra y están separadas por la Fortaleza de Santiago, un puesto defensivo que aloja el museo marítimo de Sesimbra. 







Cerquita de Sesimbra se encuentra el cabo Espichel, con su faro. Como adoro los faros, no podía dejar de ir a conocerlo. Lo único es que cuando llegamos al cabo, había tanta niebla que casi no se distinguía. Una lástima, porque no pudimos disfrutar del paisaje con sus espectaculares acantilados. 



En nuestro último día en Setúbal no podíamos dejar de visitar el Mercado do Livramento, el mercado de abastos de la ciudad. Siempre que visito una ciudad, me gusta ver sus mercados. Este es muy recomendable de visitar.  Pudimos comer unas ostras que estaban de escándalo y visitar sus puestos de pescado, que son un espectáculo!







Nuestro siguiente destino era Lisboa, que decimos visitar casi a última hora y alargar nuestra estancia en Portugal. Esta ciudad es una delicia para pasear y disfrutar de sus calles y plazas, sentarte en una terraza o subirte en un tranvía para recorrer la ciudad. 






Por la tarde noche decidimos pasear por el barrio de Alfama, repleto de restaurantes dónde degustar los ricos platos de la gastronomía portuguesa. 








El domingo tocaba regresar a casa. Antes de volver hicimos una parada para conocer la ciudad de Évora con su templo romano y su catedral. 






Antes de entrar en España, paramos a comer en Elvas, pueblo cercano a la frontera, dónde pudimos comer de lujo en una de sus tabernas, ricas especialidades de la tierra. 










Como veis, pasamos unos días muy agradables conociendo un poco más Portugal, un país que cuanto más conozco, más me gusta. Buen fin de semana para todos!


Comentarios

Entradas populares