Viaje por el Norte de Italia, parte I.


Hola a todos!

Después de muchísimo tiempo sin pasar por aquí, de nuevo retomo el blog, que por muchos motivos tenía muy abandonado. Espero poder seguir contando  por aquí cosas interesantes, recomendaros un montón de sitios y lugares que visitar y en definitiva, volver poco a poco a escribir en el blog.

En esta vuelta a escribir en el blog, os voy a hablar  del viaje que hicimos el pasado verano por el norte de Italia. Desde la pandemia no habíamos vuelto a salir fuera de España y ya había ganas de volver un poquito a la normalidad, de viajar, de irse de fin de semana, de conocer nuevos lugares, etc.

Tenía muchas ganas de volver a Italia y en especial de conocer Milán y sobre todo Turín. Así que allá nos fuimos, dispuestos a patear y conocer esta zona de Italia. Me encanta viajar, pero lo de ponerme a planificar el viaje antes, me gusta todavía más y lo disfruto un montón. 

Nuestra idea era alojarnos en Milán, y visitar la ciudad el primer y último día, antes de volver a casa. Los otros tres días de nuestra estancia, movernos en tren por los alrededores, sin tener que alquilar coche. La verdad es que el transporte público y los trenes en concreto, en Italia funcionan súper bien y puedes viajar cómodamente a todos lados. 

DIA 1_Milán

El 15 de agosto salimos tempranito de Madrid y como el vuelo es relativamente corto, a media mañana estábamos en el centro de Milán. Volamos a Linate, próximo al centro de la ciudad. El hotel que elegimos estaba cerquita de la Estación Central, para así poder movernos más fácilmente. 

Tras dejar las cosas en el hotel, nuestra primera parada no podía ser otra que la plaza del Duomo. Es el centro neurálgico de la ciudad y la catedral es impresionante. Como no podía ser de otro modo, estaba a rebosar de gente. En uno de los lados de la plaza se encuentra la Galería Vittorio Emanuele II, una galería del siglo XIX con forma de cruz y con cúpulas de cristal en el techo, llena de tiendas de lujo y que une la plaza del Duomo con la plaza de la Scala.







A la hora de comer, íbamos buscando Luini, el mítico local dónde comer panzerotti, pero estaba cerrado por vacaciones. En los alrededores localizamos un restaurante con muy buena pinta, Salsamenteria di Parma, una trattoria con especialidades parmesanas para chuparse los dedos. Auténtica comida italiana en el centro de la ciudad.






Por la tarde teníamos reserva para subir a los tejados del Duomo, y es una experiencia increíble. Se puede subir a pie o en ascensor. Nos decantamos por esta opción. Son una maravilla las vistas que hay desde arriba. Totalmente recomendable la experiencia.







Tras esta visita tocaba seguir pateando la ciudad y así llegamos hasta el Castillo Sforzesco, un lugar enorme para pasear y con varios museos dentro. La entrada es gratuita y cuando fuimos se iba a celebrar un concierto dentro. 





                                             

Nos habían hablado de la zona de los Navigli, los canales de Milan, centro de la vida nocturna de la ciudad. En las orillas de los dos canales, hay multitud de bares y restaurantes donde tomar el típico aperitivo o cenar. Está superanimado y merece la pena la visita. Allí nos comimos la primera pizza de nuestro viaje. 





DIA 2_Lago di Como

El segundo día de nuestra estancia habíamos planeado viajar hasta el Lago di Como, un lugar que tenía muchas ganas de conocer. El viaje en tren hasta Como es un viaje de casi una hora en tren. Los paisajes son como de cuento y el lago enclavado entre las montañas de los Alpes, es impresionante. Llama la atención lo clara y limpia que está el agua y lo cuidado que está.



El pueblo de Como, es el más grande de los que rodean el lago, tiene mucha vida, con muchas tiendas y restaurantes a la orilla del lago. Desde el muelle salen ferris que atraviesan el lago hasta otros pueblos a orillas del mismo.






                                

Para ir hasta , cogimos un autobús desde el centro de Como, que te lleva por toda la orilla del lago hasta el pueblo. La carretera no es muy buena, es estrecha y con muchas curvas y un poco de miedo si que pasamos, ya que van rapidísimo y de vez en  cuando nos cruzábamos  con otro autobús o un camión, y era un número.

Bellagio es uno de los pueblos más bonitos de Italia, con su imponente casco antiguo, su paseo a la orilla del lago, sus callejuelas llenas de flores y las numerosas villas históricas rodeadas de impresionantes jardines. Desde las empinadas calles en la parte alta del pueblo, hay miradores desde dónde observar el lago y las montañas. 







Bellagio comimos en un ristorante-pizzeria llamado Antico Pozzo situado en el centro histórico, muy recomendable. Os dejo fotos de alguno de los platos que comimos. 






La vuelta a Como para poder coger el tren de vuelta a Milán, la hicimos en barco. Se cogen en el muelle de Bellagio y te lleva hasta Como en un agradable viaje, en el que puedes apreciar múltiples pueblecitos en las orillas del lago y las impresionantes montañas alpinas.


 

Ya de vuelta a Milán por la noche, nos dimos un paseo por el centro y admirar lo bonita que es esta ciudad también por la noche.


El resto del viaje os lo contaré en otro post, ya que todavía queda mucho por contar. Como podéis ver, en tan sólo dos días visitamos un montón de sitios interesantes!! Hasta el próximo post. 



Comentarios

Entradas populares