Viaje por Bélgica, 1ª parte.

Hola a todos! Lo primero de todo es desearos a todos Feliz Año Nuevo, que en este 2020 se cumplan todos vuestros sueños y seáis muy felices. Yo una de las cosas que más me gustaría en este año que comienza es viajar un poquito más, espero poderlo hacer y conocer más lugares. Al hilo de esto hoy voy a contaros nuestro viaje el pasado verano por Bélgica, un país que tuve la suerte de conocer hace muchos años ya, pero al que me ha encantado volver.




Día 1. Bruselas.

El viaje lo hicimos en el mes de agosto, durante 6 días, en los que visitamos varias ciudades, todas ellas muy recomendables. Volamos desde Madrid a Bruselas por  la mañana, para aprovechar lo más posible el día y visitar las zonas más céntricas de la ciudad. 





La mejor opción para desplazarte entre las diferentes ciudades de Bélgica es el tren, funcionan fenomenal y a un precio muy bueno. Además las distancias entre las ciudades no son muy largas. Los niños no pagan, así que para las familias con peques es estupendo. El trayecto desde el aeropuerto al centro es de aproximadamente media hora, y con un montón de frecuencias.

Nuestro hotel en Bruselas, dónde pasamos la primera noche, fue un Ibis entre la estación Central y la Grand Place, por lo que para visitar el centro era perfecto. Tras un paseo, comimos en Chez Leon, un restaurante junto a la plaza y dónde pudimos degustar los famosos mejillones belgas acompañados de patatas fritas.



Tras la comida, tocaba un largo paseo para conocer alguna de las atracciones turísticas de la ciudad. Tomando como punto de partida la Grand Place, nos dirigimos a visitar el famoso Maneken Pis, la Haneken Pis y la catedral de S.Miguel y Sta. Gúdula. Todo el centro se puede recorrer a pie sin dificultad.

Grand Place de Bruselas


Maneken Pis

Haneke Pis

Catedral de San Miguel y Santa Gúdula



Dia 2. Gante

Tras una cena rápida al hotel y a descansar, ya que al día siguiente tocaba visitar Gante. Nuestro segundo día iba a ser en esta preciosa ciudad, dónde íbamos a pasar nuestra segunda noche. Llegamos a Gante a media mañana tras un trayecto en tren de unos 20 minutos. Nuestro hotel era un Novotel en pleno centro histórico, enfrente de la Torre Belfort, que fue nuestra primera parada. Subimos a lo alto de la torre, desde dónde se pueden disfrutar de unas vistas espectaculares.


Belfort de Gante

Vistas desde la torre.

Interior de la torre.


Tras bajar de la torre, nos dirigimos hacia el rio Lys y su puente de San Miguel, desde dónde hay unas magníficas vistas, y desde dónde nos dirigimos dando un paseo por Graesli o muelle de las hortalizas, una de las orillas del canal, presidido por impresionantes casas gremiales.


Vistas desde el puente de S.Miguel

Casas de Graslei

Korenlei

Tras cruzar a la otra orilla, Korenlei o muelles del trigo, llegamos al castillo de los Condes de Gante, el cual no visitamos, pero que pudimos observar desde fuera.


Castillo de los Condes de Gante


Junto al castillo encontramos un lugar para comer y degustar una de las miles de cervezas que se hacen en este país. Las hay para todos los gustos y están buenísimas!




Tras la comida continuamos nuestro paseo buscando Tierenteyn-Verlent, el proveedor de mostaza más famoso de Gante, y que no puedes dejar de visitar si vas a Gante.





Y aunque esta ciudad también es conocida por ser dónde nació el emperador Carlos V, apenas quedan signos de ello en la ciudad, aunque buscamos su casa natal, cuando llegamos allí tan sólo había una placa conmemorativa de dónde estaba la casa.





Tras el largo paseo por la ciudad, antes de cenar nos sentamos en una de las múltiples terrazas que hay en Konrelei a tomar una cerveza, observando las maravillosas vistas de Graslei.


Vistas de Graslei desde una terraza

Belfort

Nuestro tercer día, o mejor dicho la mañana de nuestro tercer día en Bélgica lo dedicamos a visitar Brujas, una ciudad muy pequeñita, plagada de canales y que es como sacada de un cuento. Pero esto y el resto de nuestro viaje os lo contaré en el próximo post.

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