Viaje a Austria y Baviera (1ª parte)

Hola a todos. Lo prometido es deuda, y como os había dicho hace unos días, aquí estoy para contaros nuestro viaje de este verano por Austria y el sur de Alemania, más concretamente por la región de Baviera. Solemos planear los viajes del verano con bastante tiempo, una forma de encontrar vuelos y alojamiento a buen precio. Ahí os cuento nuestro recorrido.

Dia 1. Munich-Innsbruck.

Nuestro destino era Munich. Salimos temprano de Barajas con la idea de aprovechar y hacer un buen recorrido el primer día. Volamos con Air Europa y tras un vuelo en que sobrevolamos los Alpes, a las 9.30 de la mañana estábamos en Munich. Tras recoger nuestro coche de alquiler, nuestra primera parada era Hogenschwangau y más concretamente el Castillo de Neuschwanstein, más conocido como el Castillo del Rey Loco. Dicen que Walt Disney se inspiró en él para crear el de la Bella Durmiente, y la verdad es que es de cuento, no sólo por el edificio en sí, sino por el lugar dónde se encuentra.

Para entrar a visitar el castillo es necesario reservar o hacer una gran cola para comprar las entradas, cosa que no hicimos ya que no teníamos demasiado tiempo. Se puede subir andando, pero la opción más recomendable es en autobús o en coche de caballos. Tras dejar nuestro coche en uno de los parking y comer algo, tomamos el autobús que te sube hasta arriba en unos minutos hasta casi la entrada. Desde allí puedes ir hasta el castillo o hacia el Marienbrücke, el puente colgante desde dónde se disfruta de unas espectaculares vistas.

Tras bajar de nuevo en autobús, cogimos el coche para dirigirnos hasta nuestro siguiente destino y dónde teníamos reservado hotel para le primera noche, Innsbruck. La frontera con Austria está muy próxima al castillo, y tras unos pocos kilómetros nos adentramos en el Tirol. Conocer esta zona siempre ha sido uno de mis viajes soñados, y la primera impresión fue increíble. El camino hasta Innsbruck, capital del Tirol, transcurre por una carretera entre montañas, ríos y valles con unos paisajes espectaculares. Es realmente precioso y te dan ganas de pararte todo el rato a contemplar los impresionantes paisajes.

Nassereith

Tras una hora y media llegamos a Innsbruck. Habíamos reservado una noche en un pequeño hotel, Hotel Engl, muy cerquita del del centro e ideal para adentrarte a conocer esta bella ciudad tirolesa, rodeada de montañas y atravesada por el río Inn.

Cruzamos el puente y nos adentramos en el centro histórico para visitar los rincones más emblemáticos de esta villa. Lo primero que nos encontramos fue el famoso Tejadillo de Oro, el emblema de la ciudad y que debe su nombre al tejado dorado que cubre el mirador desde el que se asomaba el emperador Maximiliano a contemplar la ciudad y las montañas. Tras contemplar el ayuntamiento y algunas casas barrocas, con sus fachadas llenas de pinturas, llegamos a la Maria-Theresian Strasse, con su arco del triunfo y la columna de Santa Ana presidiéndola. También visitamos la Domplatz, presidida por la iglesia de St. Jacob. También pudimos disfrutar del paseo al lado del río, dónde había un mercadillo con foodtrack además de un montón de tumbonas para disfrutar de las vistas. Un paseo muy agradable por est ciudad, sin duda una visita muy recomendable.

Día 2. Innsbruck-Kitzbühel-Salzburgo.

Teníamos ganas de disfrutar de las bellas montañas de esta zona así que en nuestro segundo día, tras dejar Innsbruck, nos dirigimos a  Kitzbühel, un pueblo medieval situado entre valles, conocido por su famosa estación de esquí. Dimos un paseo por el centro, admirando sus calles y edificios, un lugar realmente encantador, lleno de tiendas de lujo. En la oficina de turismo nos informaron de que existían varias telecabinas que te subían hasta las estaciones de esquí y decidimos coger la que subía hasta Kitzbuheler Horn. Después de un primer trayecto en telecabinas pequeñas, cogimos una cabina grande para subir hasta la cima coronada por una gran antena, todo ello a casi 2.000 metros de altura. Tras comernos unos bocatas allá arriba, bajamos caminando hasta Alpenhaus, a 1.680 metros, admirando los bellos paisajes alpinos. Después de dos telecabinas más, vuelta a Kitzbühel para coger nuestro coche para seguir ruta hasta Salzburgo, nuestra siguiente parada.  

El camino hasta Salzburgo, transcurre de nuevo por carreteras entre enormes montañas, con estaciones de esquí por todos los sitios y pequeños pueblecitos con unas casas preciosas y todo lleno de flores. Unos lugares de ensueño antes de dejar el Tirol y adentrarnos en Salzburgerland.

Llegamos a Salzburgo a media tarde y nos dirigimos a nuestro hotel para las dos siguientes noches, el Hotel Europa, un cuatro estrellas estupendo muy bien situado junto a la estación de trenes de la ciudad y con autobuses en la puerta que nos dejaban en el centro en cinco minutos.Tras instalarnos y refrescarnos un poco, cogimos un autobús hacia el centro, siendo nuestra primera parada el Palacio de Mirabell, con sus fabulosos jardines llenos de flores y fuentes. En esta ciudad se encuentras las localizaciones de la película Sonrisas y Lágrimas, y en este palacio puedes encontrar la famosa fuente de la película.

Dimos un corto paseo hasta llegar al río, dónde desde uno de los puentes que lo cruzan se puede disfrutar de una vista impresionante de la ciudad. Nos adentramos en el centro, dando un paseo por la famosa Getreidegasse, la calle comercial por excelencia de la ciudad, llena de tiendas tradicionales  además de tiendas de las principales cadenas de moda. Aquí además del ayuntamiento de la ciudad, también se encuentra la Casa Natal de Mozart, que tendríamos ocasión de visitar al día siguiente.

Antes de cenar, también paseamos por la Residenzplatz hasta llegar hasta el funicular que sube al castillo, desde el que pudimos disfrutar de unas excelentes vistas de la ciudad. 

Para cenar nos decantamos por  Goldene Kugel, un restaurante típico,  dónde pudimos disfrutar de comida local como unas ricas salchichas con pretzel y mostaza dulce y un Schnitzel, un filete empanado acompañado de patatas fritas, uno de los platos típicos austriacos. 

Dia 3. Salzburgo.

Nuestro tercer día de viaje lo teníamos dedicado a visitar con más detenimiento la ciudad de Salzburgo, visitando iglesias, la casa de Mozart y otros lugares típicos de la ciudad. Comenzamos en el cementerio de San Pedro, junto a la abadía del mismo nombre, que os sonará porque también sale en la película de Sonrisas y Lágrimas.

Después de pasar por la Residenz, la Catedral y por AlterMarkt, nos dirigimos a la Geburtschaus Mozart o Casa Natal de Mozart, un edificio de tres plantas dedicadas a la familia Mozart y dónde admirar objetos, documentos y retratos del genial compositor. 

Esta ciudad destaca por sus cervecerías y a la hora de comer estuvimos en Stern Bräu, una de las fábricas de cerveza de la ciudad. Es muy recomendable si vais con niños, ya que tienen menú infantil y zona para que los enanos jueguen. Aquí comimos otra especialidad, Hausgemachte Spinatknödel, una especie de gnocci de espinacas que estaban muy buenos y Sternbräu Bratwurst, una salchicha con chucrut y patatas, que estaba muy buena.

Nos habían dicho que nos debíamos perdernos el teatro de marionetas de Salzburgo, y de verdad, ha sido una de las cosas que más nos han gustado del viaje. Una representación de Sonrisas y Lágrimas,  que es impresionante y que si visitáis esta ciudad no debéis perderos. 

Para cenar, nos quedaba conocer la fábrica de cerveza por excelencia en esta ciudad, la Agustiner Bräu, con un jardín lleno de mesas de gente comiendo y bebiendo cerveza en grandes jarras. La comida la compras allí o te puedes llevar tu propia comida. Nosotros cenamos costillas asadas. Otro lugar muy recomendable y que no debéis perderos en esta bonita ciudad.

Hasta aquí la primera parte de nuestro viaje. Espero que os haya gustado. En los próximos días os contaré el resto. Buena semana para todos.