De finde en Sevilla.

Hola a todos, hoy os voy a contar nuestra escapada a Sevilla, una ciudad que me encanta y a la que siempre es un placer volver, dar un paseo por sus calles y callejuelas, sentarse en sus plazas, disfrutar de sus bares y terrazas y ver sus monumentos. Un destino muy especial y que como siempre que voy, he disfrutado un montón. Para mi, una de las ciudades más bonitas de España y que no hay que dejar de visitar.



Llegamos el viernes y nos fuimos directos al hotel, el Hesperia Sevilla, un hotel bien situado cerquita del campo del Sevilla y en el que ya nos habíamos quedado en alguna otra ocasión. Con metro y autobús a la puerta, es una buena opción para alojarse en la capital hispalense.

Uno de los mejores planes en esta ciudad es disfrutar de sus bares y terrazas degustando ricas tapas. De los sitios que más me gustan para tapear en esta ciudad es el Trifón, que en realidad se llama la Flor de Toranzo, un lugar donde tomarte ricos montaditos, alguno de ellos tan original como el de anchoas con leche condensada. Todos buenísimos. Allí estuvimos el viernes por la noche antes de darnos un paseo por el Barrio de Santa Cruz, uno de los lugares más bonitos que visitar.





Otro de los placeres de esta ciudad es sentarte en una terraza a disfrutar de un rico desayuno. Así empezamos nuestro día el sábado, antes de comenzar a visitar la catedral y subir a la torre de la Giralda.



Habíamos sacado entradas por internet, y gracias a ello nos ahorramos la cola que rodeaba la catedral para entrar. Tras ver la tumba de Cristóbal Colón, la Inmaculada de Murillo o su impresionante altar Mayor, subimos a la Giralda. Unas vistas increíbles de toda la ciudad.








Tras un paseo por el Arenal, visitando la Torre del Oro y la Maestranza, nos dirigimos a Triana, uno de los barrios más bonitos de esta ciudad. Nuestra primera parada fue el mercado de Triana, justo nada más pasar el puente. Me encanta visitar los mercados de las ciudades que visito y esta vez no iba a ser la excepción. Buenos puestos en los que pudimos comprar algunas cosas para traernos como carne mechada o pringá.






Comimos en un clásico de esta ciudad, Riogrande, dónde comimos en su terraza con unas vistas impresionantes del río y del centro histórico de la ciudad.






No podíamos dejar de visitar la Capilla de los Marineros y a la Esperanza de Triana, una de las cosas que me encanta visitar siempre que voy a Sevilla.





Por la noche, nos dirigimos de nuevo a la zona de la catedral para cenar de tapas. Otro de mis imprescindibles en esta ciudad es un montadito de pringá en la Taberna Alvaro Peregil, es de las cosas que más deliciosas que existen!




Para el domingo habíamos dejado la visita a la impresionante Plaza de España y al Parque de María Luisa. Otra de las visitas imprescindibles en esta ciudad.





Tras otro paseo por el centro, teníamos claro que queríamos despedirnos con una rica comida. Estuvimos en la Plaza de la Alfalfa y allí comimos en la Bodega, un gran descubrimiento y al que seguro volveremos en otra visita. Estaba todo buenísmo!!









Y para acabar antes de volver, no podíamos dejar de pasar por la Campana, y degustar alguno de sus ricos postres. Uno de los lugares que no se pueden dejar de visitar en esta ciudad.



Como veis hemos paseado mucho y disfrutado de la rica comida de esta tierra. Como siempre un placer visitar esta ciudad a la que seguro que volveremos Espero que os haya gustado el post y os sirvan mis recomendaciones si la visitáis. Buen finde para todos!

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