Cena en La Tronera.

Hola a todos! ¿Qué tal han ido las vacaciones de Semana Santa? He tenido unas semanas intensas, que ya casi se me han olvidado, pero bueno, han sido unos días de descanso que siempre vienen bien. Estuvimos en Ponferrada, y aunque el tiempo no es que haya acompañado demasiado, pudimos disfrutar de las tradiciones de estos días y de la rica gastronomía de mi tierra.

Teníamos muchas ganas de conocer La Tronera, en Villadepalos, muy cerquita de Ponferrada. Nos habían hablado muy bien del restaurante y lo conocíamos a través de los medios, ya que ha sido alguna vez el mejor restaurante leonés del año y ha salido en varios programas de televisión a nivel local y nacional.




Ubicado en una casona de piedra de 100 años de antigüedad, acoge además del restaurante un hotel rural con mucho encanto.  Dentro de sus muros puedes disfrutar de una experiencia culinaria que no deja indiferente a quien la prueba, con una cocina de autor hecha con productos de la zona de gran calidad. Y es que en el Bierzo tenemos grandes productos!




Trabajan con un menú degustación que va cambiando en cada estación. En esta ocasión, y aunque ya es primavera, todavía estaba el menú de invierno, ya que con el tiempo tan malo que está haciendo no lo han cambiado todavía, según nos explicaron sus propietarios,  el chef Miguel Martínez y Teresa, que fue quien nos atendió. Consta de siete platos, a cada cual más sorprendente, más el postre. Tiene una bodega muy amplia, con un montón de referencias tanto de la tierra como de otros muchos lugares. Además sirven una cerveza artesana del lugar llamada Wolfram, que está realmente buena.



Tras sentarnos en el comedor, comenzamos el festín. Lo primero, un aperitivo compuesto por un cóctel hecho de vermú y fino. Esto va acompañados con unos palitos de pan que ellos mismos hacen, acompañados de alioli de frambuesas que también cultivan ellos mismos en el huerto que tienen fuera. Muy original la presentación y muy rico el alioli.



El siguiente plato es un langostino con aire agua de mar y acompañada de mousse de pimientos del Bierzo y bizcocho de alga. Un plato fresquito como entrante.



A continuación, otro plato frío y muy original. Una crema de foie, cubierta con una gelatina de vino mencía de la tierra y trocitos de bergamota. Además va a acompañado de un brioche, que está recién horneado y que te traen dentro de una campana para que no se quede frío. Gran combinación de sabores.



Luego ya todos los demás platos comienzan a ser más adecuados para el invierno. Uno de los que más me gustó fue este, una cococha de bacalao en un pilpil de jamón que estaba espectacular, acompañado de una seta llamada Tremella, que tiene una textura similar a la de la oreja de cerdo y que le da al plato un punto muy curioso.



Seguimos con otro plato tradicional de la tierra, la crema de castañas. Te traen emplatado un trozo de foie a la plancha y a continuación te sirven la crema que traen en una tetera. Según te la sirven, huele de maravilla.





Para terminar dos platos los dos platos más contundentes del menú. El primero de ellos un salmón con una crema de boniato acompañado de huevas de trucha y el segundo uno de los clásicos de la casa, El botillo La Tronera, botillo deshuesado dentro de hojas de repollo, acompañado por una crema de patata y sus garbanzos. De las mejores platos que he probado últimamente!





Los postres no varían y siempre son los mismos. No podíamos dejar de probar la torrija que ha ganado el premio de este año a la torrija innovadora. Un trampantojo de tomate, que sabe a torrija. Además de original, impresionantemente rico. También probamos la tarta de queso, hecha con queso de Veigadarte y zumo de cerezas del Bierzo.







Ha sido una experiencia gastronómica difícil de olvidar y que seguro repetiremos en otra ocasión que estemos por allí. Espero que os haya gustado el post de hoy, y que os animeis a visitar El Bierzo, como veis, merece la pena.

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